"Resistir es vencer" decía Negrín a los madrileños durante la guerra civil española, y Resistir (así con mayúsculas) ha sido Vencer (también con mayúsculas) para los cubanos, que ahí siguen tras 53 años de bloqueo económico de EE.UU. Hoy es un día para alegrarse, parece que al fin, ese bloqueo termina, pese a la cautela que considero que siempre se debe tener cuando el acuerdo es con EE.UU. Y no es por prejuicio sino por historia.
Resistir ha sido convertir a Cuba en el primer país de América en erradicar el analfabetismo, cuando triunfó la revolución más del 50% de la población cubana era analfabeta. Sólo desde 1960 hasta 1961 se crearon 15000 aulas nuevas en zonas rurales así como campañas de alfabetización. La campaña "Yo sí puedo" para la alfabetización de adultos ha sido exportada a varios países como Venezuela, Argentina, Nigeria, Sudáfrica, Nueva Zelanda o España, en concreto a la ciudad de Sevilla.
Resistir ha sido recibir las felicitaciones de la UNESCO por la protección a la infancia, destacando que se ha erradicado el trabajo infantil, la tasa de escolarización de niños de entre 5 y 14 años es del del 100%, y confirmando que Cuba es hoy en día el único país sin desnutrición en la infancia.
Resistir ha sido consolidar un sistema sólido de salud gratuito para todos los cubanos. que ha hecho que la esperanza de vida al nacer esté en torno a los 80 años y garantice un médico por aproximadamente cada 150 habitantes. A su vez, el sistema de salud cubano ha traspasado fronteras con múltiples proyectos humanitarios como la "Misión milagro" que garantizaba la operación a personas de bajos recursos y problemas oculares procedentes de diversos países como El Salvador, Guatemala, Colombia o República Dominicana. O más recientemente el envío de 155 profesionales sanitarios a diversos países de África para la lucha contra la crisis del Ébola. No obviando la importancia de la investigación, pese a los pocos recursos, hace no tanto se presentaban dos nuevas vacunas contra el cáncer.
El medio ambiente libre de especuladores (al menos de momento), y la supervivencia y adaptación a los tiempos han sido otros elementos de resistencia, así como el arte, la música y la dignidad. Y todo bajo un bloqueo prepotente que creyó que podía cortar los pies a un pueblo y que obvió que ese pueblo ya tenía alas para volar libre.
Con música que es cómo mejor entran las cosas en Cuba me despido, sabiendo que esta victoria es la lucha de todo un pueblo por su dignidad.