lunes, 12 de enero de 2009
Lo que todo el mundo parece olvidar.
Los territorios palestinos ocupados, que reciben ese nombre desde que Israel entrara de forma ilegal en esa zona geográfica en el año 1967 tras la guerra de los seis días. Es sin duda un ejemplo de campo de concentración contemporáneo. El gobierno Israelí supervisa y decide sobre la ayuda humanitaria y el acceso de los palestinos a cubrir sus necesidades más básicas desde hace más de cuarenta años. Esos territorios ocupados de forma ilegal según informes de Naciones Unidas sufren las decisiones de sus ocupantes día tras día. Hace unos años se puso de relevancia la demolición de viviendas en la franja de Gaza con la intención del gobierno Israelí de construir un muro que separase su territorio del Palestino, a la par bloqueó la frontera con Egipto. Dejando la zona completamente aislada. El acceso a combustible, medicinas, alimentos, así como al sumistro de agua o luz quedan a merced de los ocupantes, decidiendo en cada momento si les conviene dotar a la población civil de esas necesidades primarias. En estos territorios surgen a su vez grupos de resistencia que en ataques violentos de baja categoría(debido fumdamentalmente al bloqueo) hacen ver su malestar a la comunidad internacional. Sin embargo este asunto es tratado desde los medios de comunicación occidentales como una ofensa al Estado de Israel y una justificación para bombardeos, supuestamente selectivos, contra la franja. Desde hace escasos 15 días, y debido al lanzamiento de cohetes por parte de Hamás (Movimiento de resistencia islámico) el gobierno de Israel, en plena pre-campaña electoral, ha iniciado una fuerte ofensiva militar sobre la zona. Estos ataques han originado numerosas pérdidas materiales, en una sociedad altamente empobrecida por la ocupaciñon, y más de 900 muertos y 2000 heridos.
La presencia de los medios de comunicación imparciales es nula, debido a que el ejecutivo israelí prohibe la entrada de los mismos a los territorios ocupados, por lo que las noticias que llegan están sujetas a las observaciones israelíes. El único dato fiable es el número de víctimas facilitado por las organizaciones de ayuda humanitaria que se encuentra desplegada en la zona. El gobierno invasor permite a estas organizaciones trabajar con la población durante tres horas de tregua diaria, que según informes de Naciones Unidas no se cumplen con exactitud.
La cuestión de legitima defensa de Israel debería ser contextualizada en la ilegítima ocupación de esos territorios.
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