Alegría.

La felicidad no es una constante en la vida de nadie, es sólo un momento de realización plena, de amor y de risas. Una sonrisa tonta que da un golpe de estado a tu cara y se impone como fuerza de gobierno.
Lo importante no es ser feliz siempre, es estar preparado por si aquella quiere instalarse en tí.
Hay muchos motivos para estar triste, pero siempre queda la esperanza y eso provoca más alegrías que frustraciones. Si no pierdes esa espera de que todo se solucionará mejor nada te queda. Pero si apuestas por ella, la felicidad no será cosa de momentos, sino fin de todos tus medios.
Cuando sentimos nostalgia y miramos al pasado en busca de un tiempo mejor nos olvidamos de lo más importante, no tienes que comparar el presente y el pasado, sino sentir la paz que provoca la evocación de un momento de felicidad plena.
El amor es el camino a seguir, el único medio que puede justificar a un fin.
Porque sí, el fin no justifica a los medios, sino que los medios elaboran un fin para tí. Marcan un precedente que te llevará a elegir determinados caminos que forjarán el futuro.
Espero ver más sonrisas que lamentos. Espero felicidad, espero alegría. Te espero junto a mí unidos en un incontrolable ataque de risa.