jueves, 11 de noviembre de 2010

Los niños perdidos.


En 1938 en España un estudio psiquiátrico del doctor Antonio Vallejo-Nájera, decidido a encontrar "el gen rojo", aportaba una conclusion muy interesante: "las íntimas relaciones entre marxismo e inferioridad mental ya la habíamos expuesto anteriormente. La segregación de estos sujetos desde la infancia podría salvar a la población de plaga tan terrible"

Tal idea se llevó a la práctica desde el fin de la guerra civil. Las víctimas eran mujeres republicanas que entraban embarazadas en la cárcel. Los niños permanecían en la cárcel con sus madres hasta los tres años, después podían volver con sus familias, no obstante en muchos casos sus familiares más cercanos corrían la misma suerte que su madre, yendo a parar a inclusas contraladas por la iglesia. Las condenadas a muerte eran fusiladas inmediatamente después de dar a luz. Según relatan algunos testigos les decían que se llevaban a los niños a "bautizar" y no los volvían a ver. Francisca Aguirre, hija de republicanos, cuenta : " Las de auxilio social nos juntaron y nos dijeron que éramos escoria, que éramos hijas de horribles rojos, asesinos, ateos, que no merecíamos nada y estábamos allí por pura caridad pública".

Es común que al surgir este tema muchos "se defiendan" con el argumento de los niños enviados por los republicanos a Rusia. Es fundamental distinguir varias cosas, por un lado esos niños eran enviados por sus padres, por otras parte algunos de ellos decidieron volver tras el fin de la dictadura sin que nadie les borrara su memoria. Cabe destacar que algunos de esos niños volvieron a España mucho antes, tras la no participación de España en la guerra mundial con la División Azul. Están documentados casos como el de Olivia Rapp, su hermano llegó a España y no le permitieron reunirse con su familia, años después pudieron acceder a un informe donde se aseguraba que no eran aptos para su educación. Probablemente el hermano de Olivia estuviera "educándose" en un lugar apto.

Según la periodista María José Esteso "el rapto se convirtió en legal por la orden del 30 de Marzo de 1940 en la que se daba la patria potestad al estado. En 1941 otra ley empeoró la situación al permitirse el cambio de los apellidos".

Por tanto muchos de estos niños, hoy adultos y personas mayores, jamás podrán saber su verdadera identidad, sus orígenes. Aunque esto no es del todo cierto, ya que la Iglesia, colaborador necesario en estos sucesos mantiene todos los archivos, no obstante ninguna ley les obliga a abrirlos.

Desgraciadamente la historia no quedó ahí. Las leyes proteguían el robo y por tanto muchos aprovecharon lo que inicialmente fue un proyecto político con fines económicos. Así se documentan casos de niños robados en España hasta 1980, en todas las provincias, como práctica sistemática y de momento sin ninguna penalización. Las cifras estiman 30000 casos probados de esta práctica, aunque debido al secretismo que pervive es imposible saber cuantos casos reales existen en el país.

Para más información recomiendo el documental de la televisión catalana "Los niños perdidos del franquismo" realizado por Montse Armengou y Ricard Belis.

No deseo reabrir heridas, sólo considero que al igual que el ser humano es parte de sus vivencias personales, también es parte fundamental de las vivencias colectivas que le han llevado a contexto social determinado. Para poder comprendernos, debemos conocernos y para eso es inevitable la memoria. A su vez, consideraría justa una reparación para estas víctimas de nuestro pasado más reciente que conviven con nosotros en nuestro presente más cercano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario