jueves, 30 de diciembre de 2010

Un mundo feliz en 1984...

Viñeta de Quino.


Vivimos en una ficción distópica al más puro estilo de Orwell o de Huxley. Un mundo controlado, una sociedad vigilada, manipulada...


La crisis económica de los ricos se traduce este año en un recorte de los derechos fundamentales de los ciudadanos de los países del conocido como primer mundo, un giro político a la derecha en casi todos ellos, que confirma que la gente democráticamente elige ceder dichos derechos. Por otra parte el aumento de la división, como de la xenofobia o el clasismo. Porque realmente no sé a quién le molesta un negro, un gitano o un árabe rico.


Por otro lado, el aluvión de escándalos en la iglesia católica. Denuncias por violaciones a menores e incluso investigaciones por corrupción hacía el propio Banco Vaticano. No obstante, demuestra su omnipotencia, cuando pese a todos estos escándalos sigue manteniendo los privilegios en dichos países ricos y sigue controlando aprovechándose de la carencia de las personas en los países pobres. Conclusión: mucho movimiento para que nada cambie. Mostrando una vez más su poder "metafísico".


Finalmente Wikileaks. Mucho se ha hablado de esto últimamente. Filtraciones secretas sobre las actuaciones internacionales de EE.UU y los apoyos que recibe de otros países. Ciertamente algunos descubrimientos, aunque no nos sorprendan, si que deberían enfadarnos un poco. Pero finalmente, una vez más no pasa nada. La única conclusión para todo esto es que nos llaman a "abandonar las armas", el mundo es así y no sé puede cambiar...y por si no lo sabíamos, cualquier acto subversivo será castigado.


Por lo tanto vivimos en un mundo donde existe un "jefazo", como en el Dormilón de Woody Allen, y si lo derrocamos habrá otro jefazo...¿cuál es la solución? ¿eliminar un jefazo o al concepto de jefazo?


Es triste pensar que hacemos lo que se espera de nosotros, como niños sin voluntad dominados por una autoridad invisible, o no tan invisible...A nadie beneficia el recorte del gasto público más que a la inversión privada. A nadie beneficia el poder de la iglesia más que a la iglesia. A nadie beneficia que estemos divididos más que a los que intentan controlarnos, porque para educar no hay presupuesto, pero para dominar es mejor grupos reducidos.


¡Feliz 2011!

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