Ella quería ser nube,
y ahora llora
porque no puede llover.
Llover la desesperanza,
el olvido.
Lloverte a tí, y a tí,
a todos.
Llover el sonido,
la música.
Para acabar llorando
en el banco verde
en este parque personificado
que persiste en su insolencia.
Ella quería ser nube,
ella quería ser gas,
dejar de pensar
sólo por un momento.
Ella va a llover,
tarde o temprano
lo hará.
Te lloverá a tí,
y a tí,
a todos.
Lloverá sobre tu música,
sobre tu olvido.
Sobre sus esperanzas,
más allá de sus sueños.
Sobre Rebeca y su sombra
que lo ocupa todo.
Ella es nube,
y lloverá.
Espero que esteis
a cubierto.
Destruirá todos los paraguas,
entrará en vuestros chubasqueros
se instalará en vuestras botas.
Espero que el techo
sea consistente,
porque se volverá
gotera.
Lleva años buscando
y ahora lo encontró.
El camino hacia el gas,
hacia la nube,
la sublimación.
Os lloverá a todos,
a tí, a tí
y a ese también.
Su solidez pasará
a ser gas,
se condensará
y caerá líquida
sobre vosotros.
Ya no os llora,
ahora os llueve
y ni el sol
y su estado plasma
podrá pararla.
Al fin y al cabo,
siempre supe
que tarde o temprano
acabaría jugando al tute
con mi prima Viridiana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario