A diario escuchamos que no hay dinero. Que si derrochamos, que si vivimos por encima de nuestras posibilidades. Sin embargo las cifras hablan por si solas, si bien el gasto social en España es inferior a la media europea, bastante inferior a países como Suecia o Francia, en este país resulta que no es rentable mantener dicho gasto. Si no se gasta y no hay dinero la lógica dice que es porque no se ingresa o porque se perdió por el camino...
Corrupción.
En los últimos años se han destapado muchos casos de corrupción en España. El caso Malaya que supuso el robo de más de 1000 millones de euros de las arcas públicas. La trama Gürtel que costó 120millones al erario público. O el caso destacable de la trama balear con más de 20 casos abiertos y que con sólo ocho de ellos investigados supone la pérdida de más de 50 millones de euros de dinero público. También fueron sonados el caso Pretroria, Campeón o Palau. En todos ellos los tratos de favor, la adjudicación de concursos y sobretodo las tramas urbanísticas tienen mucho peso.
Fraude.
Aunque no existe un registro oficial sobre el fraude fiscal en España se calcula la pérdida de más de 70000 millones de recaudación para las arcas públicas. Otras fuentes afirman que se aproxima a los 250 000 millones. Un plan de actuación a este respecto fue promulgado por el anterior gobierno, pretendiendo prevenir el fraude. No obstante resulta poco efectivo ya que en la práctica no supone perseguir el delito fiscal y no busca castigar el fraude ya realizado. En las últimas semanas a su vez se ha puesto sobre la mesa la amnistía fiscal, un retroceso más para la persecución del fraude, que a su vez sirve de estimulo para el propio fraude.
Privilegios fiscales de la iglesia.
La organización Europa Laica detallaba los cálculos aproximados de la financiación de la iglesia Católica durante el año 2010 y la previsión para el 2011 dejando datos de gran interés para esta época de crisis y de búsqueda de racionalización de gasto.
Las exenciones tributarias suponen la pérdida para el estado de unos 1000 millones de euros al año. En cuanto a la enseñanza, entre el salario de profesores de religión y los conciertos con colegios privados católicos el gasto es de un total de 4600 millones de euros. Mientras que la financiación a la sanidad privada regentada por la iglesia asciende a unos 700 millones de euros.
Si bien la iglesia por el artículo IV del acuerdo entre el estado Español y la Santa Sede sobre asuntos económicos, del 3 de enero de 1979, queda exenta del pago de impuestos por sus bienes inmuebles, si que recibe del estado unos 500 millones de euros anuales para el mantenimiento de su patrimonio artístico e inmobiliario. Y a su vez se debe tener en cuenta a los "clérigos funcionarios" que desarrollan sus funciones en cárceles, hospitales y sobretodo en el ejército, con un coste anual de unos 25 millones de euros.
A todo esto debemos sumar lo recaudado por la iglesia a través del impuesto de IRPF en la declaración de la renta, que pasó del 0´5 al 0´7% en 2007, y asciende a unos 250 millones de euros. Pese a no ser la opción preferida por los contribuyentes que en un 60% optó por la casilla dedicada a fines sociales.
Sin embargo hay que añadir que por la "obra social" de la iglesia también obtiene cuantiosos beneficios, a través de la casilla de fines sociales o de forma directa con subvenciones que pueden alcanzar los 2500 millones de euros.
En esta circunstancia y con un problema de solvencia considero que no es legítimo castigar por el derroche a las clases medias y bajas, recortando el gasto público no desorbitado de este país y que tanto cuesta mantener a través de los impuestos directos e indirectos de los ciudadanos. Persiguiendo todas estas actividades fraudulentas o legales que tanto dañan el erario público quizás podamos encontrar todo ese dinero perdido.
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