Había una vez un circo, y en él
dos amables payasos, que también eran acróbatas
y que domaban leones…
Sólo hay que entrar en él y te
liberas… De los miedos que aparecen y desaparecen, de los problemas que surgen
y se solucionan.
Acércarte a esta carpa de colores…a este ruedo que no es
ibérico, que es de todas partes…De ninguna.
El payaso está triste no
encuentra a su hermano…Anhela las risas, los ataques…los bailes, los paseos, los
poemas a cuatro manos, a dos cabezas y a tres cervezas…
Quizás su hermano olvidó aquel
lugar, o no recuerda el camino…
Aquel lugar amable, divertido, donde no hay
juicios ni jueces, ni evasión de impuestos ni Hacienda…Donde no gobierna la
derecha.
Aquella carpa libre de policías,
de problemas…repleta de canciones, de noches tranquilas, de noches bellas, de
conversaciones, de parques, de verde, de siniestras, de salvajes…Dónde no hace
falta nada…donde está la confidencia, las hadas, el misterio, la infancia...
Donde puedes encontrarme…Con
nostalgia, con esperanza…Con ambas esperándote.
A la espera de tus palabras, de
mis carcajadas…de la música, la poesía…
De las payasadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario