Si algo me resulta curioso hoy en día relacionado con el
movimiento feminista es la cantidad de reacciones desproporcionadas y de
ataques constantes hacia dicho movimiento. Mirando los libros de historia encuentro reacciones
semejantes como la acontecida ante movimientos como el movimiento obrero o la
lucha por los derechos civiles de las minorías raciales en EEUU, y en ambos
casos la reacción surge por los mismos motivos. Ideologías hay muchas, pero es cierto, que no todas cuentan
con un ejército potente que pretenda acabar con ellas incluso en su plano más
teórico.
En el caso del movimiento obrero las reacciones de la
oligarquía económica se plasmaron, y aún se plasman, de diversas maneras:
boicot para chantajear a la población, pistolerismo, apoyo económico a
movimientos de extrema derecha como el fascismo o el nazismo etc. E incluso
guerras, golpes de estado, dictaduras crueles... Es lógico, el poder nunca
quiere perder el poder, el opresor nunca quiere dejar de oprimir.
Otro ejemplo que cité antes fue el ocurrido en EEUU en
relación con la población afroamericana que dejó tras de sí una guerra civil y
posteriormente la creación del Ku Kux klan. Los blancos, el poder, no querían
perder ese poder. El opresor nunca quiere dejar de oprimir.
En el caso del feminismo, es curioso, porque es cierto que
se han hecho conquistas, si no nadie se molestaría, pero paralelamente han
surgido tras de sí todo un ejército de “buenos ciudadanos” preocupados por no
sé sabe muy bien qué… Porque entre las conquistas que se han hecho, al menos en
determinadas zonas del planeta, hablar de superioridad del hombre para atacar
al feminismo no quedaría políticamente correcto, así que necesitaban
criminalizar al movimiento.Y recuerdo a los comunistas comiendo niños o los medios de
comunicación de EEUU usando imágenes repetitivas y constantes de negros
cometiendo delitos. Es muy importante criminalizar al enemigo. Cuando atacar
ideológicamente una lucha te deja en evidencia lo único que te queda es atacarles
a ellos.
Así en estos días en España surge un posible caso de violencia
de género y precisamente es acusado un político que fue el propulsor de la
única ley que hay al respecto. Durante años hemos escuchado críticas a dicha
ley, encontrarás cifras aleatorias (nunca son las mismas, al parecer no leen
todos los mismos informes) sobre lo dañina que es dicha ley y la cantidad
terrible de denuncias falsas que se interponen. La única verdad contrastable
acerca de las denuncias por violencia de género es que el 60% de las víctimas mortales
que deja este tipo de violencia no habían denunciado. Lo curioso, lo que a mí
me llama la atención, es que se usa el argumento de la “denuncia falsa” y al
final la presunta es la víctima y no el acusado. No he leído ni escuchado en
ningún medio que nadie ponga en cuestión la presunción de inocencia del
acusado, sin embargo constantemente se ha puesto en cuestión la veracidad de la
denuncia. Si bien estoy completamente de acuerdo en respetar a la justicia y su
actuación y no condenar a nadie antes de tiempo, creo que es terrible que se
condene públicamente a quien interpone una demanda sobre un asunto así
tratándole de mentiroso. Aquí no hay presunción de inocencia. Claramente todas
las denuncias son falsas hasta que se demuestre lo contrario. ¡Buen trabajo!
Ahora comprendo porque el 60% de las mujeres que fueron asesinadas ni si quiera
se atrevieron a poner una denuncia.
Oigo también que esta ley tiene lagunas, y vuelve el argumento de las denuncias falsas… Es curioso, si por ejemplo alguien acusa falsamente a otro de
robar, nadie se plantearía que el robo debería dejar de estar perseguido no
vaya a ser que se cuelen denuncias falsas. Pero con este tema sí, aquí si
podemos tomar la parte por el todo y pasarnos por el forro la presunción de veracidad
de la posible víctima. Al fin y al cabo es una mujer resentida… todas lo somos.
Sé que nadie diría esto en plan genérico pero es lo que se infiere el discurso
repetitivo sobre este tema. Y con este caso, que no sé si será verdad, mentira
o verdad a medias, y en realidad es lo que menos me importa (eso es trabajo
para jueces y policía no para mí), se ha demostrado qué es lo que pretendía
dicho discurso y sobretodo lo exitoso que ha resultado.No hay más que ver y escuchar cuál es el debate en los medios.
Está claro que hay muchos agraviados por el feminismo y en lucha
sin cuartel y lo que es peor cosechando éxitos. No voy a entrar a explicar, ¿qué
es la violencia de género? ¿por qué hay una ley sólo para eso? o ¿por qué no
incluye a los hombres? Simplemente viendo la definición del término
encontraríamos respuestas a cada una de esas dudas. Y sobretodo viendo todas
estas reacciones, anómalas, sólo comparables a otras campañas de desprestigio
entenderemos porqué incluso hoy, o sobretodo hoy, son tan necesarias estas
leyes y que además debemos seguir alerta para evitar que una vez más el opresor te tome
el pelo. Como siempre, como tantas veces, el poder no quiere perder el poder y como no es legítimo
atacar ideológicamente una lucha que defiende la igualdad y la libertad de
todos criminalizan a los que luchan. Ya lo hicieron, lo siguen haciendo y sólo lamento que aquellos que lo ven tan claro con otras luchas no sean capaces de verlo ahora.
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