De esta jornada electoral considero que hay que destacar cuatro puntos: La victoria del PP, la ruptura con el bipartidismo, la evidencia de los errores de la ley electoral y el apoyo a la izquierda abertzale a través de Amaiur en Navarra y País Vasco.
La victoria del PP, es una victoria relativa. Con datos en la mano, el partido popular obtuvo 10.278.010 votos en el año 2008, y en estas elecciones conseguiría 10.787.715 votos. Por lo que se evidencia una subida mínima en el partido popular. La victoria por tanto se debería a la derrota del PSOE y a la aparación, bajo mi punto de vista, en consecuencia de nuevas fuerzas políticas en el congreso.
La ruptura del bipartidismo. Hasta 13 partidos han conseguido representación parlamentaria. Cabe destacar la subida de IU, de dos a nueve escaños con respecto a 2011. Y también el aumento del apoyo al partido de Rosa Díez (UPyD), con cinco escaños. A su vez la irrupción en el hemiciclo del partido valenciano Compromís, que obtendrían un escaño.
La ley electoral. El apoyo a los ecosocialistas de Equo ha sido de 214.879 votos, sin embargo no quedará representado en el parlamento. Pese a tener más votos que cinco partidos que si que la tendrán. El apoyo a Equo y el hecho de que no quede reflejado es algo que pondrá, aún más si cabe, el debate sobre la ley electoral encima de la mesa.
Por último, y no menos importante el apoyo a la izquierda abertzale por parte del electorado vasco y navarro a través de Amaiur. Este partido compuesto por tradicionales de Bildu o HB tendrá 7 escaños en el congreso de los diputados. Y es la fuerza más votada en el País Vasco. Esto debería suponer un debate a fondo al respecto y no obviar una vez más el apoyo que esta corriente ideológica congrega. Independientemente de nuestra opción política, es de demócratas plantear estas y otras cuestiones.
Veremos que pasa.
