Que bonita fotografía nos han dejado los líderes europeos y la señora Clinton en la puerta de Brandenburgo. Habitualmente en ese mismo lugar tienen por el bien del turismo a dos militares ficticios, uno americano y otro ruso, con sendas banderas, con el fin de que señores y señoras con cámaras de fotos al cuello y calcetines blancos con sandalias gocen del privilegio de guardar un detallito de la capital alemana. Es un recuerdo curioso, es un negocio fabricado a costa del sufrimiento de seres humanos que durante décadas estuvieron divididos por un muro. Pero yo eso no lo voy a contar...a los demás les encanta esa historia y no pararan de narrarla...como ocurre con todos los sucesos históricos que tienen algún punto morboso.
Lo curioso es que no entiendo muy bien el significado de esta fiesta...no es nada original levantar muros de vergüenza...si no que pregunten en Gaza. Sólo espero que el día que ese muro caiga que caerá lo celebren con las mismas fuerzas. Aunque lo dudo mucho, porque lo que se celebra aqui, no es la unificación alemana, sobre la cual por cierto existen muchos mitos, lo que se celebra aquí no es la concordia, lo que se celebra es la victoria del bando capitalista en una de las más sonadas batallas de la guerra fría. No es un alegato de nostalgia hacia la alemania comunista lo que intento destacar aquí. Si no una reflexión más profunda sobre lo que significó la caída del telón de acero y sobretodo las consecuencias de todo aquello. Porque al fin y al cabo...todo lo que nos decían del comunismo era mentira, nunca fue tan bello como en los libros...desgraciadamente todo lo que decían de capitalismo era verdad...miren alrededor.
2 comentarios:
Me gusta la reflexión a la que nos obligas en esta entrega Alina.
Espero ansioso la siguiente entrega.
Algo sobre Honduras? Colombia/Venezuela? México?
Hay material de sobra.
Saludos
Cierto todo lo que nos decian de capitalismo era verdad. Se venden hasta las emociones...la unificación otra marca.
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