A veces creo que España no está preparada para ser un país. Estos días estamos asistiendo a un sainete de lo más "divertido" con el caso de "el pequeño Nicolás", la corrupción, las novedades o las duquesas. Los medios, la redes y la calle arden con chistes y teorías. En España desde siempre todo se combina con humor, y ese puede ser el único punto patriota que yo tenga. Me encanta que sea así.
Como andaluza sé que la mejor forma de transmitir una verdad es mediante el humor, que igual que suaviza hace a dicha verdad implacable.
En este país tenemos muchos problemas, el primero de todos tal y como se está viendo es que homenajeamos constantemente a nuestros grandes directores de cine como Berlanga o José Luis Cuerda, que no estaría mal si no fuera porque nos hace excesivamente peliculeros y sacamos las cosas un poco de quicio. Así en navidades o cuando se muere una duquesa sentimos que estamos dentro de "Plácido" y el resto del tiempo bien podríamos estar en medio de "Amanece que no es poco".
En la situación actual tenemos a Podemos que ha osado plagiar a Faulkner, cuando bien podría haber hecho como los otros e ir en bicicleta unos días y oler bien otros. Eso resulta chocante y las fuerzas del orden ya están poniendo todo lo que está en sus manos para evitar semejante despropósito. En realidad no ocurre más que eso. Hemos creado un país por encima de nuestras posibilidades y necesitamos que todo esté en orden, que cada cual cumpla su papel. Después está IU que cómo Enrique San Francisco busca desesperadamente que alguien le cambie el papel... Veremos si lo consigue. Y finalmente la guardia civil (o eso que llaman casta) que tampoco importa si pierden las elecciones porque las gana la secreta que son ellos mismos menos Fermín, es decir, que con cambiar un poco nada cambia.
A lo mejor el problema es que como Pastora Vega con el hombre que le salió de la tierra, este país lo sacamos de cuajo cuando aún estaba verde y se quedó "cojito para toda la vida"... Nos faltó madurar, aquello de la revolución francesa, la separación de poderes, la ciudadanía... Esas revoluciones liberales que aquí fueron truncadas en el siglo XIX y principios del XX... Después de 40 años de dictadura, donde todo estaba bajo tierra, arrancamos como país y de cuajo... "Y cojitos para toda la vida".
El problema ahora es que la guardia civil nos invitó como siempre a ver salir el sol, y estuvimos esperando y se retrasaba y de pronto salió y por otro lado. Como decía antes aquí necesitábamos que todo estuviese en orden, que se siguiera el guión...
Lo que pasa con Podemos, lo que pasa con los cambios, es que parece que ahora amanece y por otro lado y que no es poco y que debemos acostumbrarnos a que la guardia civil dispare al cielo desconcertada por tal afrenta.
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