lunes, 27 de abril de 2015

"Allí abajo". Colonialismo y barbarie.





Con los últimos cadáveres flotando aún en el mediterráneo surgen diversas posturas… Lo importante en este punto quizás es desde dónde se mira y a quién. Tenemos dos orillas, dos situaciones, y nos guste o no, dos tipos de personas. Unas son inmigrantes pobres, otras sus “antiguos” colonos venidos a menos (o quizás no tanto). Desde la UE actual nos hacen fijar la atención en los pobres colonos venidos a menos… Europa está en crisis y no puede permitirse más población y menos si esa población es pobre. Así surgen conceptos como “efecto llamada”, que significa que si garantizamos derechos a las personas que se juegan la vida porque eso es mejor que mantener la que tienen estamos invitándoles a comer de una tarta que no les corresponde y conseguiremos que vengan más. Nosotros no podemos hacernos cargo de todos ellos. Básicamente esa es la idea principal que nos venden nuestro líderes europeos y sus medios falderos. 

 Es curioso, no podemos hacernos cargo de todos ellos pero sí que podemos influir en las políticas de sus países de origen: controlando sus materias primas, impidiendo por tanto que se puedan desarrollar libremente; o sometiendo a sus gobiernos a la voluntad de nuestras empresas o estados, quitándoles el derecho a ser ciudadanos y a que su gobierno vele por sus propios intereses. Ahí sí nos hacemos cargo y con contundencia. 

Mapa de África Colonial
 Algunos dirán ¿es que acaso somos nosotros responsables de su circunstancia? Y recordaré que nuestra riqueza se hizo a fuerza de guerras e invasiones y que si “nos va mejor” es por la cantidad de salvajadas que hemos cometido durante siglos. No sólo nuestra riqueza no está legitimada, es que nos debería quemar en las manos de tan manchada de sangre que está. Y no contentos con siglos de explotación en abierto, ahora, aprovechando el caldo de cultivo que nosotros mismos creamos, los falsos procesos de descolonización o nuestro poder económico, que lógicamente tras años de expolio y colonialismo es inmenso, seguimos influyendo de forma más sutil en las políticas de esos países. Así nos convienen guerras en Libia o en Siria, mantener conflictos en Somalia, aprovechar un mapa de África hecho para poder enfrentar a tribus que no quieren compartir un país pero que nosotros (desde nuestro ilegítimo poder) obligamos a ello, porque decidimos inventarnos África. Y no contentos con el descarado robo, también hacemos negocios, creamos guerras y vendemos armas...

No sólo no podemos poner vallas en el mar, es que se nos debería caer la cara de vergüenza de intentar tratar este asunto como si fuese un problema nuestro, que atenta contra nuestra seguridad. El problema hemos sido nosotros y lo seguimos siendo. Cuando se habla de ayudas de cooperación, yo lo cambiaría por indemnizaciones por expolio y después a dejarles hacer. No van a salir del atolladero en un día, no es fácil, pero estoy convencida de que siempre, siempre, siempre les irá mejor sin nosotros. Previo pago de nuestras deudas, por supuesto. En esos países hay mucha gente que lucha, no necesitarían a nuestras ONGs si no fuésemos nosotros mismos los que generamos situaciones de emergencia difíciles de afrontar por ningún estado, ni siquiera por los más ricos. Pero nos sentimos orgullosos, dando nuestros 0´7% que nunca llega, como si fuese caridad y es sólo calmar nuestra conciencia o seguir sosteniendo su carencia, no queremos que desaparezcan pero tampoco queremos verles libres. ¡Qué afrenta sería hacia los colonos ver como sus antiguas colonias puedan ser iguales a ellos! No queremos dejar de expoliar, ni de tener el poder y el control para nuestro beneficio y en territorio ajeno, pero tampoco queremos que vengan aquí a recordarnos lo que hemos hecho de ellos. Y el problema no son los habitantes de Lampedusa, 5000 personas que les ha tocado ser del bando opresor como a los otros les ha tocado ser del bando oprimido, y que no pueden tomar decisiones más allá de la posibilidades que da una democracia representativa donde los poderes se entremezclan y confunden con frecuencia. Los 5000 de Lampedusa como digo solos no pueden hacer nada. Ni siquiera toda la población de Malta, ni los habitantes de Canarias o de Tarifa. Pero quizás si a todos los que nos ha tocado estar en este bando nos diera vergüenza ser partícipes de él y de sus mentiras, el poder perdería poder. No debemos aplaudir el discurso falso, prepotente y colonial de la UE, ya somos cómplices sólo por haber nacido aquí, no seamos además victimarios.

viernes, 10 de abril de 2015

El agravio feminista.





Si algo me resulta curioso hoy en día relacionado con el movimiento feminista es la cantidad de reacciones desproporcionadas y de ataques constantes hacia dicho movimiento. Mirando los libros de historia encuentro reacciones semejantes como la acontecida ante movimientos como el movimiento obrero o la lucha por los derechos civiles de las minorías raciales en EEUU, y en ambos casos la reacción surge por los mismos motivos. Ideologías hay muchas, pero es cierto, que no todas cuentan con un ejército potente que pretenda acabar con ellas incluso en su plano más teórico.

En el caso del movimiento obrero las reacciones de la oligarquía económica se plasmaron, y aún se plasman, de diversas maneras: boicot para chantajear a la población, pistolerismo, apoyo económico a movimientos de extrema derecha como el fascismo o el nazismo etc. E incluso guerras, golpes de estado, dictaduras crueles... Es lógico, el poder nunca quiere perder el poder, el opresor nunca quiere dejar de oprimir.


Otro ejemplo que cité antes fue el ocurrido en EEUU en relación con la población afroamericana que dejó tras de sí una guerra civil y posteriormente la creación del Ku Kux klan. Los blancos, el poder, no querían perder ese poder. El opresor nunca quiere dejar de oprimir.

En el caso del feminismo, es curioso, porque es cierto que se han hecho conquistas, si no nadie se molestaría, pero paralelamente han surgido tras de sí todo un ejército de “buenos ciudadanos” preocupados por no sé sabe muy bien qué… Porque entre las conquistas que se han hecho, al menos en determinadas zonas del planeta, hablar de superioridad del hombre para atacar al feminismo no quedaría políticamente correcto, así que necesitaban criminalizar al movimiento.Y recuerdo a los comunistas comiendo niños o los medios de comunicación de EEUU usando imágenes repetitivas y constantes de negros cometiendo delitos. Es muy importante criminalizar al enemigo. Cuando atacar ideológicamente una lucha te deja en evidencia lo único que te queda es atacarles a ellos.

Así en estos días en España surge un posible caso de violencia de género y precisamente es acusado un político que fue el propulsor de la única ley que hay al respecto. Durante años hemos escuchado críticas a dicha ley, encontrarás cifras aleatorias (nunca son las mismas, al parecer no leen todos los mismos informes) sobre lo dañina que es dicha ley y la cantidad terrible de denuncias falsas que se interponen. La única verdad contrastable acerca de las denuncias por violencia de género es que el 60% de las víctimas mortales que deja este tipo de violencia no habían denunciado. Lo curioso, lo que a mí me llama la atención, es que se usa el argumento de la “denuncia falsa” y al final la presunta es la víctima y no el acusado. No he leído ni escuchado en ningún medio que nadie ponga en cuestión la presunción de inocencia del acusado, sin embargo constantemente se ha puesto en cuestión la veracidad de la denuncia. Si bien estoy completamente de acuerdo en respetar a la justicia y su actuación y no condenar a nadie antes de tiempo, creo que es terrible que se condene públicamente a quien interpone una demanda sobre un asunto así tratándole de mentiroso. Aquí no hay presunción de inocencia. Claramente todas las denuncias son falsas hasta que se demuestre lo contrario. ¡Buen trabajo! Ahora comprendo porque el 60% de las mujeres que fueron asesinadas ni si quiera se atrevieron a poner una denuncia.
Oigo también que esta ley tiene lagunas, y vuelve el argumento de las denuncias falsas… Es curioso, si por ejemplo alguien acusa falsamente a otro de robar, nadie se plantearía que el robo debería dejar de estar perseguido no vaya a ser que se cuelen denuncias falsas. Pero con este tema sí, aquí si podemos tomar la parte por el todo y pasarnos por el forro la presunción de veracidad de la posible víctima. Al fin y al cabo es una mujer resentida… todas lo somos. Sé que nadie diría esto en plan genérico pero es lo que se infiere el discurso repetitivo sobre este tema. Y con este caso, que no sé si será verdad, mentira o verdad a medias, y en realidad es lo que menos me importa (eso es trabajo para jueces y policía no para mí), se ha demostrado qué es lo que pretendía dicho discurso y sobretodo lo exitoso que ha resultado.No hay más que ver y escuchar cuál es el debate en los medios.
Está claro que hay muchos agraviados por el feminismo y en lucha sin cuartel y lo que es peor cosechando éxitos. No voy a entrar a explicar, ¿qué es la violencia de género? ¿por qué hay una ley sólo para eso? o ¿por qué no incluye a los hombres? Simplemente viendo la definición del término encontraríamos respuestas a cada una de esas dudas. Y sobretodo viendo todas estas reacciones, anómalas, sólo comparables a otras campañas de desprestigio entenderemos porqué incluso hoy, o sobretodo hoy, son tan necesarias estas leyes y que además debemos seguir alerta para evitar que una vez más el opresor te tome el pelo. Como siempre, como tantas veces, el poder no quiere perder el poder y como no es legítimo atacar ideológicamente una lucha que defiende la igualdad y la libertad de todos criminalizan a los que luchan. Ya lo hicieron, lo siguen haciendo y sólo lamento que aquellos que lo ven tan claro con otras luchas no sean capaces de verlo ahora.