miércoles, 20 de mayo de 2015

¡Fin de un simulacro!



Definitivamente se acabó el simulacro de democracia que empezó en 1975 y volvemos donde estábamos. Volvemos a ese país donde los dictadores mueren en la cama y se hacen colas inmensas para despedirle en su capilla ardiente. 

Nos olvidamos a menudo de que estamos en el único país del mundo en el que triunfó el fascismo (llamado después franquismo y después "viaje al centro"), casi cuarenta años de victoria (que no de paz, que pregunten a todas sus víctimas) han hecho de este país un lugar muy interesante para análisis de sociólogos y psicólogos. 

Ayer mismo detenían a una veintena de personas por "apología del terrorismo" en las redes sociales, entre otros a un cantante de un grupo medianamente conocido. La apología en este caso eran chistes, más o menos acertados, sobre acontecimientos de la historia reciente de España. Cómo olvidar el atentado a Carrero Blanco, el heredero del dictador que voló por los aires, o el secuestro de Ortega Lara que si bien fue condenado por la mayoría de los que ahora somos considerados etarras no implica que tengamos que apoyar a este señor en su peripecia política, xenófoba y fascista. No celebro que lo secuestraran, pero te aseguro que tampoco me gustaría verle dirigiendo este país. 

Porque confundimos cosas, porque se creyó que libertad de expresión era tener que estar de acuerdo siempre con una sola filosofía, y eso no sólo no es libertad de expresión, es que es lo contrario. 

Digo más, la ETA hoy en día no es un grupo terrorista, lo fue, y tiene presos por ello y la condena de muchos, incluso de algunos que pertenecieron al grupo terrorista. Hoy en día en el País Vasco la mayoría busca la reconciliación mediante el diálogo, no mediante la ocultación o la desmemoria (métodos de la sagrada transición) sino a través de reconocer los errores de unos y otros y hablar. Porque en el conflicto vasco no sólo ha intervenido la ETA, y no hay que olvidar el terrorismo de estado y la guerra sucia. Y yéndonos al aquí y al ahora, tampoco podemos olvidar el tratamiento que se da a los presos, tratamiento de presos políticos que no garantiza los Derechos Humanos de esos presos y pone en duda que España tenga en efecto un estado de derecho. Siendo condenados estos métodos internacionalmente por muchos, incluídas organizaciones tan libres de sospecha como Amnistía Internacional. La situación en el País Vasco tras el abandono de las armas por parte de ETA ha cambiado y lo lógico sería que desde el estado Español también se hubiesen cambiado cosas. 

El otro día detuvieron a tres miembros de una organización de apoyo a presos de ETA, teniendo en cuenta que ya he dicho que hasta Amnistía Internacional considera que existe vulneración de sus derechos, no es extraño que existan este tipo de organizaciones. El apoyo a los detenidos se mostró en un acto donde pusieron difícil la tarea a la policía para llevar a cabo dichas detenciones. Desde los medios se sorprendían del apoyo que recibían por parte de sus conciudadanos. Quizás no comprendan que lo que más quieren en el País Vasco es poder vivir en paz, y para ello no basta con que la ETA deje de matar, es necesario que cambien muchas más cosas. 

Destacar que en esas detenciones se llevaron a cabo y a plena luz del día acciones consideradas torturas, como un falso ahogamiento en una fuente pública. La policía hace eso y encima delante de todos y no sólo no es censurado por los medios sino que es justificado por muchos. 

No es propio de democracia usar técnicas de tortura, no es propio de democracia detener a la gente por emitir sus opiniones. No es propio de una democracia usar a la policía y a los jueces con fines partidistas, teniendo en cuenta la cercanía de elecciones... Y es vergonzoso y no es propio de alguien con decencia usar un conflicto con muertos y mucha gente que lo que ha pasado y que lo sigue pasando mal para atacar a los rivales políticos.

Ahora todos somos ETA, antes eramos judeo-masónicos-comunistas... Es el mismo método, es el método que conoce esa política que nos dejó en herencia esos casi cuarenta años de triunfo del fascismo. 

Ahora toca votar, con la denuncia de muchos españoles que desde el extranjero no han podido emitir su voto... ¿Cómo me voy a creer que estas elecciones son síntoma de que aún seguimos en el simulacro de democracia? ¿cómo me lo voy a creer con la ley electoral que tenemos? ¿con todos los medios de comunicación haciendo campañas injuriosas y bochornosas de parte? 

Se acabó el simulacro de democracia, volvemos a dónde estábamos. Al fin y al cabo Franco dijo una verdad lo había dejado todo "atado y bien atado".