lunes, 15 de febrero de 2010

Y siguen gobernando los mismos.


El juez Garzón es conocido por todos por la notoriedad de los casos que ha investigado. Fue el primero en promover una orden de arresto domiciliario contra el dictador chileno Augusto Pinochet, el promotor de la condena que la Audencia Nacional interpuso en 2005 contra Adolfo Scilingo a causa de la desaparición de ciudadanos españoles durante la dictadura argentina. También ha tenido tiempo para dedicarse a la política y estar presente en las listas y posterior gobierno de Felipe Gozález, de allí salió para volver a la Audencia nacional e impulsar las investigaciones en contra del partido Socialista en relación a los GAL, acusando al gobierno de terrorismo de estado. A su vez ha trabajado para erradicar el terrorismo en el País Vasco. Así como impulsó la orden de arrestro contra Osama Bin Laden.
Y ahora me encuentro con que un juez, estrella o no, que puede investigar lo mismo a un dictador hispanoamericano, que a un gobierno elegido por el pueblo, que a un grupo terrorista, internacional o nacional...le es imposible investigar los crímenes cometidos en España durante cuarenta años por una dictadura fascista.
Y esto tengo que verlo como algo normal, aceptarlo y acatar lo que los jueces, no tan estrellas y quizás con menos luces, españoles decidan sobre una querella por prevaricación interpuesta por varias asociaciones relacionadas con la extrema derecha del país. Curioso.
Desde aquí mi máximo apoyo al juez Garzón y mi más sentido pésame a la democracia...ya que en España siempre mandarán los mismos.

domingo, 7 de febrero de 2010

Las cosas acaecidas en Roma.


Hoy quiero contar un cuento, un cuento digno de bestseller, una historia de esas que demuestran que la realidad supera a la ficción y que la iglesia católica nunca dejará de sorprenderme.
"A finales de agosto el diario "Il Giornale" de la familia del primer ministro italiano Silvio Berlusconi, arremetió contra Dino Boffo,director del diario de los obispos milaneses "Avennire", informando acerca de su homosexualidad y de haber llegado a un acuerdo hace diez años para evitar ser procesado por acoso a un hombre casado. Este escándalo se sumó a una oleada de críticas hechas hacia el primer ministro por sus escarceos sexuales y sus fiestas privadas en el diario que dirigía Boffo.
Lo más llamativo de esta guerra mediática que obligó a dimitir a Boffo nos llegó está semana, cuando se filtró desde el diario "Il Giornale" que la información recibida para acabar con Boffo procedía de altos cargos de la jerarquía católica. Los rumores apuntaron entonces hacia Gian Maria Vian, director de "L'Osservatore Romano", periódico de la santa sede, insinuándose que era una orden directa de la mano derecha del papa, el cardenal Bertone.
El vaticano ni afirma ni desmiente. La conjura contra Boffo puso ser planteada por todos y hay quien dice que todo esto ha servido para forzar un pacto de no agresión entre el primer ministro italiano y la santa sede.
Moraleja:
Si quieres comer perdices con prostitutas y enanos en felices fiestas privadas, aprovecha las conjuras y puñaladas de la santisima iglesia católica apostólica y romana. Nunca falla. "