domingo, 28 de diciembre de 2008

LA CASA.

Paraíso terrenal aquella finca. En ella Juan leía el periódico cada mañana mientras oía el canto de los pájaros. Celina en cambio prefería las novelas y siempre por la tarde, desde la jubilación decidió no volver a levantarse temprano, ella siempre fue un poco perezosa y bastante nocturna. Juan cuidaba del perro que les regaló Sandra con todo cariño, como si fuese su propio hijo, siempre lamentó no tener un varón. Celina, en cambio, echaba de menos a sus tres hijas, a sus dos nietos y el sonido de la ciudad en las noches de silencio del campo. Juan acostumbró siempre a vivir recluido, pasó su infancia en orfanatos y su trabajo en la cárcel hicieron el resto. Su mujer, era artista, una pintora maravillosa dedicada a su vez a la enseñanza. Celina gustaba de dar sus clases de dibujo en las calles, en los patios, en los parques...

jueves, 18 de diciembre de 2008

La pobreza.


No se que significa para cada uno de vosotros el término pobreza, a ratos no sé ni que significa para mí. Aunque algo si que sé y es que el problema no es de semántica.
Podemos contar el rollo de la pobreza de espíritu, muy útil para la Iglesia Católica durante siglos. Puedo también llamarles tercer mundo, como si de verdad se tratase de otra opción, pero no señores ya no existe el segundo mundo y por lo tanto no viene a cuento un tercero.
Lo único cierto es que coinciden los países denominados pobres con todos aquellos que decidieron no unirse ni al bando capitalista ni al comunista y que finalmente a sido dañados por ambos en fraternidad.
¿Por qué aumenta el número de pobres cada año? Porque son incapaces de mantenerse diría alguno, porque tuvieron peor suerte dirían otros... No, todo eso es falso, porque los que de verdad controlan donde hay guerras, cuales son los precios de la comida, cuánto es el valor de una vida, son otros.(aliados con sus colegas nativos del país que sea). Hay gente mala si, pero eso es elemental, lo grave no es que se les pueda enjuiciar moralmente, lo grave es que se basan en algo a lo que estamos acostumbrados y en lo que todo el mundo parece defender, EL INTERÉS.
Todo en este mundo funciona mediante el interés, las personas sólo sirven lo que valen y el beneficio que se pueda sacar de ello. Las empresas sólo triunfan si son capaces de sacar beneficio. Los partidos políticos son elegidos mediante la presión mediática y esa presión se basa de nuevo en el interés, en qué sacaré yo de esto. Los partidos son financiados de forma privada, eso significa en el sistema actual que si quieres algo debes ofrecer beneficios al que te lo de. El mundo es corrupto en esencia y de ahí se deriva todo lo demás. ¿Porqué mueren de hambre? porque alguien necesita el interés que genera eso.

Alguien para mi muy sabio me dijo una vez: "No esperes a que el aire sea pago para tener el lujo de respirar".

lunes, 15 de diciembre de 2008

Carta de amor y servil vasallaje hacia la literatura.


Mantengo una relación estable con esta ciencia del espíritu, con este arte. Además desde hace cuatro años caímos en el convencionalismo de academizarla. Desde entonces hemos tenido algún que otro problema, pero siempre de carácter burocrático, ya que nuestras relaciones íntimas siguen siendo plenamente satisfactorias.
De ella me gusta su lenguaje. Es un lenguaje distinto, lleno de imágenes, cargado de significación. Mi amante nocturna sabe darme sus mejores palabras. Ella tiene la capacidad de hacerme sentir bien en los peores momentos y de arroparme y aliviarme mis miedos en la noche.
Me considero una persona viajera, y mi amada es la mejor compañera de viaje, es la invetora del teletransporte. También creo que tengo algo de idealista y sólo ella es capaz de recrear mundos quiméricos para mí.
Ella es crítica, es realista, es romántica, es vanguardista... y pese a sus muchas personalidades, eso no la enajena sino que la hace sabia. Ella es inestable, ella está loca, pero ella es matemáticas, ella es mi ciencia exacta.
Cuando pienso en los hijos que hemos tenido, en cómo fecundo mi mente y en lo que ello supuso para mí. Sé que se lo debo todo.
Su magia envuelve a todo el que la quiera escuchar, pero mi amada es paciente con aquel que le vuelve la espalda. Y yo quedo indignada porque sé que quien no la mire, que quien no la oiga, no es nada. Y sé que morirá sin hijos y que no quedará nada de él cuando se lo coman los gusanos.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Adolescencia.

En los últimos días llamaron a mi puerta fantasmas del pasado, a los que con una sonrisa y felicidad suprema invité encantada a entrar. Mi adolescencia quizás aún no haya acabado, es probable que aún siga en ello. Sin embargo veo esos años con una lejanía y nostalgia que me hacen sentir que ya debo andar por otra época.
Recuerdo los ingenuos que eramos todos, recuerdo los botellones, las primeras borracheras, las primeras conversaciones que tratan temas de "mayores", la política, las manifestaciones de la guerra, el saltarme alguna clase por la mañana, el comienzo de mi pasión por los libros, el momento en que me dí cuenta de que quería escribir, los amigos y las amigas y su importancia en mi vida, lo que me molestaba que me encasillasen, creo que a mi manera fui rebelde... Mi amor por el Che, la revolución que no pudo ser, el amor al amor, el deseo y la privación del mismo, el placer por el placer, el silencio y las conversaciones, las clases de historia, latín, griego, lengua, inglés... El patio del colegio. La hora del recreo. Estaba segura de que yo estaba destinada a acabar con los problemas del mundo y sentía envidia de mis mayores que habían corrido delante de los grises (creo que sigo sintiéndola...) El sentido de la identidad y de la intimidad... Los besos de amor sin nada más...los primeros roces eróticos...
Dicen que se llega a un momento en el que escribes de tu infancia, yo aún no he llegado a eso, pero de momento voy en camino y a mi manera venero mis años pasados.

martes, 9 de diciembre de 2008

Artículo 1.


"Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. "

Los declaración de los derechos humanos data de 1948. Época díficil para historiadores, políticos y pensadores y sin embargo una bella respuesta al horror de la guerra.
Los seres humanos nacen libres e iguales, las personas nacen, viven y mueren por igual en cada lugar del mundo, a todos nos afecta que un hermano sufra, o que un hermano muera. Si nuestro hermano tiene que abandonar su casa nosotros abrimos las puertas de la nuestra, si nuestro hermano es martirizado nosotros horrorizados condenamos a sus maltratadores e intentamos salvarle. Sin embargo, a veces, algunos, no son capaces de reconocer a sus hermanos, pero confío en que es sólo la ignorancia de sentirse hijo único lo que nos deja quietos ante el dolor y el hambre de nuestros hermanos. Algún día cenaremos todos en la misma mesa compartiremos el vino, la comida y las ganas de vivir.

Los señores de vientres hinchados.


Tener es algo asqueroso. Ya que dejas de saber que aunque no debiera ser así, la mayor parte de las cosas en esta vida están consideradas lujos. La comida o la bebida, las viviendas, el vestido para el cuerpo. Son lujos que sólo unos cuantos deben tener para recordar a los demás que son poderosos. Estos hombres y mujeres del poder dejan de vez en cuando que algunos tengan cubiertas sus necesidades básicas como un falso gesto de solidaridad. Los países ricos, como los pobres, están en mano de los mismos. Los portadores de la fórmula secreta del poder. Ellos que cortan cabezas para seguir obesos...es tan fácil para algunos eso de hacer daño.
África ahogada por la miseria, el grano del arroz sube, la comida de los pobres es más cara y algunos dicen que hay mucho mar para que mueran negros.
América latina intenta salir a flote inventando nuevos sistemas. Condenamos esos sistemas pero la mierda que nosotros ofrecemos no es mejor. Somos incapaces de ver que el ave fénix debe resurgir de sus cenizas aunque nunca deje de morir.
Asia, el continente más poblado, para que luego promuevan un mundo democrático. El poder del pueblo, y la mayoría del mismo no tiene opción ni si quiera a vivir. Europa, el viejo continente que busca ideas nuevas con temor a contradecir a las antiguas ideas. Continente de charlas en cafés e hombres y mujeres de ideas avanzadas, pero a la vez continente pasivo y perezoso de charlatanes inútiles. Estados Unidos, podrido por la inocencia de niños que siguen jugando a ser pistoleros del lejano oeste. Población manipulada con aires de cambio que huyen por el pacífico o el Atlántico buscando sitios donde su voz no se pierda. Pero esta condenada a perderse.
Canadá con frivolidad de niña rica que pasa de todo. Protege lo suyo.
Y Oceanía, continente de nueva creación. Gobernado por genocidas de razas y culturas. Países que buscan reconocimiento con temor a llamar demasiado la atención.
Y mientras un árabe, un anglo-sajón, algún centro europeo, algún hombre del mediterráneo… se reúnen buscando como seguir engordando sus vientres inflados de avaricia.

domingo, 7 de diciembre de 2008

El odio.

Cuando la crueldad no cesa y la esperanza se apaga es fácil creer que los unos deban odiar a los demás. Cuando la guerra es lo que vives, cuando el enfrentamiento llega a las familias, a los amigos, a los compañeros... Cuando sólo te dan opción a una realidad es fácil odiar, y a su vez es el peor sentimiento que se puede tener, puesto que siendo tan fuerte como el amor, es cansado como la ira. Por lo tanto no debemos seguir a los que imponen el odio y la competición en la conducta del ser humano.

NOTA: http://www.elpais.com/articulo/cultura/fenomeno/Gomorra/llega/cine/elpepicul/20080512elpepicul_1/Tes

Por el fin del odio, aunque sólo sea por navidad...

jueves, 4 de diciembre de 2008

Crónicos.

Creo que me voy a volver loca.

Hace ocho meses que vivo en este pueblo. La calle principal siempre está vacía. Las ancianas chismorrean a través de sus ventanas. Las madres temen a los forasteros, por lo que los niños no juegan en la calle.

Realmente pocas veces pasaba algún forastero, en el pueblo todos se conocían. Vine aquí como doctora, y aunque forastera, nadie me trató nunca como una desconocida.
Ser alguien conocido significa que te hablen y compartan contigo sus historias, y las de los otros.

El pueblo es pequeño. Cuando llegué hacía frío, claro que era invierno, ahora como es verano pues no hace frío. Aquí es todo igual siempre, aquí no gustan de variaciones.

Hay un tonto, una chica de vida alegre, una familia pobre, un cura, una Iglesia y un alcalde. Las conversaciones giran en torno a ellos. El tonto es hijo de primos hermanos; la chica perdió a su madre muy joven; la familia padece graves enfermedades que impide que trabajen; el cura es la máxima autoridad: la Iglesia el centro de reunión de los cotillas; y finalmente el alcalde, un bonachón al que criticar.

Y todos los días se habla de eso.

Las calles son grises, los rostros tristes. Aquí nadie se viste de colores, aquí todo es blanco y negro.
Aquí yo soy blanco y negro.

Hace meses que no huelo. Hace meses que todo perdió su carácter material, para convertirse poco a poco en el reflejo de la muerte. O quizá no sea la muerte, sea la ausencia de vida. La monotonía, la ruptura con el mundo sensorial, y con el mundo real, y con el mundo más allá de las dos calles grises que marcan los límites del pueblo.

Aquí los niños juegan en silencio. Sólo se oye un murmullo, continuo, y eso es lo que me vuelve loca.
No hay radios ni televisiones, y los coches siempre permanecen aparcados.
Hay una tienda de alimentación que sirve de bar, pero aquí no hay borrachos. En el bar todos beben, pero no hay borrachos, no hay peleas, nadie habla, sólo beben.

Aquí no hay voces, pero en mi cabeza no hay silencio.

En ocho meses no pasó nada, vino un forastero y se fue. Llegué yo y tampoco supuse un cambio.
En este pueblo no hay adolescencia, cuando crecen ya son hombres y mujeres, y van al bar o cuentan chismes en las ventanas o la Iglesia.

Aquí nunca nace ni muere nadie.

No hay movimiento, es una quietud malvada de la que deseas librarte, pero no se consigue. Porque yo, ya no soy yo, vivo aquí, y aunque loca, acepto el silencio roto por mis propias voces, al cura, al alcalde, a la familia pobre, a la Iglesia, a la joven alegre, a todos.

Soy la doctora, y aquí al menos sí hay enfermos: crónicos.

Esperanzas.

Quiero un mundo sin cadenas, necesito romper las puertas y las verjas, el humanito medio o elevado necesita sus alas y sobretodo necesita volar.
El amor es lo único que nos hace humanos y por ello estamos en la obligación de defenderlo y potenciarlo. El hombre y la mujer, el negro o el asiático, sólo es feliz cuando su don más preciado que es la capacidad de amar se comparte con los otros. Por ello es necesario un nuevo orden, es necesario hacer catedrales de rostro humano, políticas de rostro humano y forjar actitudes que desarrollen esa humanidad maravillosa que todos poseemos aunque algunos la tengan escondida. Amémonos y gocémonos esa es la técnica para ser feliz, ese es el sentido de la vida y eso es lo que quedará de nosotros cuando el ciclo de la vida cumpla su función.
No creemos personas comerciales sino personas con mayúsculas, tu vales tu amor no tu habilidad, tu única habilidad realmente admirable es tu capacidad de amar y ser amado, eso no lo valoran los que quieren que nos peleemos, nadie sabe que nunca se es más fuerte que cuando se permanece unido, nadie es más fuerte que quién ama, nadie más poderoso que el que es capaz de hacer feliz a los demás.