martes, 17 de agosto de 2010

RUINAS



(Fotografías del húngaro André Kertész)



Llevaba varios días soñando con ruinas. Había leído un artículo sobre las ciudades devastadas, envenenadas, sobre Pripyat , Pompeya...sobre la ceniza. Sus ruinas pueden llegar a compartir mucho con un desastre nuclear, con un volcán.
Se imaginaba a sí misma huyendo por las silenciosas calles que nos quedan cuando el tiempo funde la eternidad con el momento. Nunca soñó a color, sus ruinas eran en blanco y negro... Y su voz gritaba sorda.
¿De que huía? ¿Acaso el Vesubio había entrado en erupción? ¿Quizás había estallado la planta?
Ella no lo sabía, y en su mundo onírico corría sin cansancio, sin piernas, sin brazos, etérea, difusa...huía del presente eterno, del purgatorio de la ruina.
Sólo oía la energía que le susurraba gritos de desesperación y muerte.
Cada noche antes de dormir intentaba imaginarse en lugares hermosos, llenos de flores de colores, cargados de música, rodeada de gente. Pero las imágenes de la barbarie volvían una y otra vez. Aquella noche soñó con la guerra, con la soledad tras la batalla en el campo, pero sobretodo con las calles derruidas de la ciudad tras el bombardeo. Ella corría de nuevo sobre fondo gris callado. Sin piernas, sin brazos, etérea, difusa...
Tras varios días de ruinas, de soledad, decidió pasar el testigo...quiso que otros vieran aquello que tanto le atormentaba. Volvió la mirada a su alrededor y mostró a todos nuestros lugares abandonados, nuestros recuerdos de la desgracia: Pripyat, Pompeya, el campo de exterminio en Auschwitz, el solitario desierto de minas en Sahara occidental...
Sus sueños le advertían de un nuevo paisaje, de la herencia que dejamos, de aquello que podrán estudiar sobre nosotros los arqueólogos que vendrán luego.
Ella seguirá con sus ruinas, les hará un homenaje cada noche. Aquellas ruinas que ya deberían ser símbolo.

2 comentarios:

Isabel Rendón dijo...

No he podido evitar emocionarme. añoraba tus relatos y han llegado llenos de fuerza y sensibilidad. Cuando escribes así realmente impactas en todas las conciencias, gracias y enhorabuena

Anónimo dijo...

leido!