martes, 22 de febrero de 2011

Una mentira mentirosa...

Stepháne Hessel.


De entre todas las metiras, la mayor de todas ellas, es la idea repetida cien veces de que el mundo no se puede cambiar. Ni si quiera haría falta violencia, de hecho pido que no sea así, porque si lo es, nos convertiríamos en ellos, o lo que es peor, en "terroristas" y nadie nos echaría cuenta. Estamos en un momento clave. África levántandose en contra de todos esos gobiernos que a occidente nos venían tan bien...América en lucha y unida como nunca lo ha estado. Asia, despuntando en esto del capitalismo un poco tarde...Y mientras, el tradicional occidente, los grandes jefes del planeta recortando gasto social, volviendo al XIX ante la pasividad de una juventud que perdió la esperanza. Siempre lo urgente, no nos dejó tiempo para lo importante. Sólo que ahora la situación es insostenible pero a la vez modificable, la posibilidad está ahí. Y el cambio ya no es importante, sino urgente, de él no depende nuestro futuro, de él depende nuestro presente. De este cambio depende nuestro bienestar, nuestra salud, nuestra educación, nuestro habitat, nuestra felicidad. Un día dije que os amaba a todos y ahora os pido que repartaís ese amor. Que luchemos juntos contra un presente hostil que nadie puede ya venderte como futuro.


Hoy sale a la venta en España ¡Indignáos!, de Stepháne Hessel, este libro ha sido calificado como "pequeño manual para jóvenes rebeldes". Aún no lo he leído pero conozco la filosofía del autor. Un hombre de noventa años dando lecciones de actividad y revolución a jóvenes parados, no sólo sin empleo, sino sin movimiento...¿qué hubiese sido Francia si la resistencia al nazismo la hubiese protagonizado nuestra generación? La dictadura de los mercados, es tan o más depredadora, ¿pensaís quedaros quietos?

1 comentario:

Daniel Martínez Romero dijo...

Todo apunta a que el sistema está caduco y al sistema caduco se le combate con rebeldía. Yo cada día me siento más partidario del federalismo. Me parece una solución racional y madura. Otra solución podría ser salir de la Comunidad Europea y abandonar el euro. Esta solución es más pragmática y, económicamente, más rentable. Un saludo, Alina.