domingo, 25 de enero de 2009

Estados.


Mi geografía hace fronteras, paga aduanas, se siente extraña al lado de la tuya. Quizás la pérdida de la patria sea como la pérdida de la conciencia de uno mismo en un cuerpo ajeno, en un cuerpo que no le pertenece. Nunca fui patriótica, quizás por eso fueron muchos los cuerpos en los que decidí perderme. Fue caro el visado, y aún peor lo que me requisaron en la frontera cuando venía de vuelta. Yo quería llevar más litros de alcohol, yo necesitaba llevar más libros. Odie las tasas que marcan todo eso. Me odié a mi misma por no saber burlar a las fronteras.
Mi cuerpo es un estado. Un estado anímico y una nación. Mi cuerpo está compuesto de determinadas autonomías todas ellas dirigidas por un gobierno independiente y sometidas sin embargo a mi capital que es el cerebro.
A veces siento que surgen conflictos nacionalistas en alguna parte de mi cuerpo. Que hay zonas que pretenden separarse del cerebro. A veces sé que es algo que no puedo controlar. La ansia de autodeterminación hace que mi cerebro lloré amargamente en su impotencia.
Mi geografía se funde cada noche con la tuya. Mi cuerpo capitaneado por mi cerebro decide que quiere tener visado para campar en tus tierras. El amor es sólo eso. Es el derecho de los cerebros a abandonar por un minuto su tierra y conocer tierras extrañas. El sexo...es la fuga de partes rebeldes de mi estado. El conjunto es la patria. Y sólo en esa patria creo.

miércoles, 21 de enero de 2009

Sin título.


Era una fría mañana en algún lugar caluroso del mundo. Sonaban las danzas húngaras de Brahms y sujetaba un vaso de sopa bien caliente. Tomó el periódico y leyó las noticias del día. Hambre, guerras, destrucción, sucesos... Pero entonces vió en una esquina de una de las páginas centrales algo verdaderamente vanguardista. Un hombre decía ser muy feliz, decía estar convencido de que su felicidad debía ser conocida por otros, decía saber el porqué de la especie humana, decía tantas cosas que sonrió la bella dama con su pijama de raso blanco, ella que creía que aquello de la felicidad había quedado escondido junto con la esperanza en la caja de Pandora.
Ciertamente Pandora se había guardado lo mejor de la vida. Mujer egoista aquella Pandora.
El hombre que decía ser feliz era un científico loco que trabajaba en un laboratorio independiente sobre un barco en aguas internacionales. El hombre quería demostrar científicamente como sólo la felicidad y la esperanza son los caminos para el hombre. Según él todos los hombres y mujeres estaban determinados genéticamente para hacer felices a los demás, por lo que el ser humano en tiempos de desastres perdía su humanidad y con ello explicaba que el mundo acabaría hundiéndose y estallando en mil pedazos. Era contranatura la violencia, era congénito el amor.
La mujer del camisón de raso soltó el periódico sobre la silla sin evitar una leve sonrisa.
Volvió a la habitación e hizo el amor con su pareja.

lunes, 12 de enero de 2009

Lo que todo el mundo parece olvidar.


Los territorios palestinos ocupados, que reciben ese nombre desde que Israel entrara de forma ilegal en esa zona geográfica en el año 1967 tras la guerra de los seis días. Es sin duda un ejemplo de campo de concentración contemporáneo. El gobierno Israelí supervisa y decide sobre la ayuda humanitaria y el acceso de los palestinos a cubrir sus necesidades más básicas desde hace más de cuarenta años. Esos territorios ocupados de forma ilegal según informes de Naciones Unidas sufren las decisiones de sus ocupantes día tras día. Hace unos años se puso de relevancia la demolición de viviendas en la franja de Gaza con la intención del gobierno Israelí de construir un muro que separase su territorio del Palestino, a la par bloqueó la frontera con Egipto. Dejando la zona completamente aislada. El acceso a combustible, medicinas, alimentos, así como al sumistro de agua o luz quedan a merced de los ocupantes, decidiendo en cada momento si les conviene dotar a la población civil de esas necesidades primarias. En estos territorios surgen a su vez grupos de resistencia que en ataques violentos de baja categoría(debido fumdamentalmente al bloqueo) hacen ver su malestar a la comunidad internacional. Sin embargo este asunto es tratado desde los medios de comunicación occidentales como una ofensa al Estado de Israel y una justificación para bombardeos, supuestamente selectivos, contra la franja. Desde hace escasos 15 días, y debido al lanzamiento de cohetes por parte de Hamás (Movimiento de resistencia islámico) el gobierno de Israel, en plena pre-campaña electoral, ha iniciado una fuerte ofensiva militar sobre la zona. Estos ataques han originado numerosas pérdidas materiales, en una sociedad altamente empobrecida por la ocupaciñon, y más de 900 muertos y 2000 heridos.
La presencia de los medios de comunicación imparciales es nula, debido a que el ejecutivo israelí prohibe la entrada de los mismos a los territorios ocupados, por lo que las noticias que llegan están sujetas a las observaciones israelíes. El único dato fiable es el número de víctimas facilitado por las organizaciones de ayuda humanitaria que se encuentra desplegada en la zona. El gobierno invasor permite a estas organizaciones trabajar con la población durante tres horas de tregua diaria, que según informes de Naciones Unidas no se cumplen con exactitud.
La cuestión de legitima defensa de Israel debería ser contextualizada en la ilegítima ocupación de esos territorios.

sábado, 10 de enero de 2009

La nueva religión.


El mundo está derramando sangre desde que tenemos conciencia de ello. No estamos en un mundo pacifista y es probable que nunca hayamos estado en él. Sin embargo, las luchas de integristas con aspiraciones metafísicas completamente irracionales o las guerras de independencia durante los períodos claramente imperialistas han cesado, ahora matamos y morimos por otras cuestiones.
Hoy en día el imperialismo no ejerce un control político de una zona desde su metrópoli, si no un control económico global que influye en ese lugar a través de supuestas organizaciones internacionales. Esto se llama ´globalización´.
El mundo occidental secularizado ya no adora a sus dioses ni acepta imposiciones morales desde las jerarquías de sus iglesias, ahora se adora al dios dinero. Igual de irracional e impositivo que el otro. La moral es la del libre mercado y ay de quién ose poner en dudas sus tácticas y mecanismos. Te declararan antisistema, y en este mundo es lo peor que se puede ser, todos se empeñaran en defender fuertes acusaciones hacia tu persona, esto es la libertad económica, por encima de cualquier otra. Es un gran logro.
Por otra parte, si en alguna zona no se acepta las leyes de las organizaciones internacionales que se encargan de defender la moral del libre mercado se atacará con crudeza a ese país o conjunto de países. Los derechos humanos serán utilizados en la lucha, sin embargo no se cuestionará si se vulneran en la guerra que están creando, o si su moral es compatible con los mismos. Un país puede vulnerar los derechos humanos, siempre que no cuestione un libre mercado regido por las organizaciones creadas para ello.
Si en la antigua religión la meta era ir al cielo, en esta nueva y moderna creencia lo que se persigue es el beneficio. Si has actuado conforme al libre mercado y has competido lo suficiente y aceptado las reglas del juego, es probable que saques un interés de todo ello. Bueno esto es como lo del cielo, realmente nadie sabe si existe, allí están dios y los ángeles y siempre están dios y los ángeles, los demás puede o no que allí se encuentren. En la mayoría de los casos el beneficio o el interés son cuestiones de gente elevada, de clérigos de la nueva religión, alejado completamente del resto de los mortales que intentan seguir las leyes que les imponen, sobreviviendo, sin saber si algún día podrán ir al cielo.