lunes, 28 de marzo de 2011

Ere que ere...


Y todo era campo, campo de aceras, campo de piedra, campo de antenas, de tejados, de guitarras rotas. Y todo eran lamentos y sonrisas falsas. Y todo, todo se lo llevará el viento.
Lloro palabras en primavera quizás fruto de alguna depresión estacional. Lloro palabras porque nadie acudió a la llamada. Porque todo es ficticio, porque todo está en la pantalla de un ordenador. Porque esto es Matrix. Me duele el falso dolor de tus manos golpeando un teclado, gritando contra la guerra, gritando contra el dolor, contra las centrales nucleares, por Japón. Gritas mudo y sólo se refleja en una pantalla. Antes esto también era campo ahora es ciencia ficción. Y me pierdo entre la realidad y su otredad, entre mi yo y mi otro yo. Perdida sin querer encontrar el camino. Riendo bajo la lluvia entre huertas y carreteras. Sin embargo aún creo en tí, y en todos, soy una ilusa, una crédula, una temeraria que no sabe cuán terribles pueden ser las consecuencias. Ojalá la solución estuviera en una puerta mal cerrada, en un pasillo oscuro o en una ventana abierta de par en par. Ere que ere con mis palabras, ere que ere con tus palabras, ere que ere con los despidos, con los sistemas, con la pobreza, con la esperanza...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

De lo mejor,
lo más bueno.
:o)

Isabel Rendón dijo...

estupendo, así sí, estos son tus inteligentes escritos. enhorabuena