martes, 19 de febrero de 2013

Los Perros Rabiosos.

Se escuchan ladridos. Se escuchan en la calle, pero sobretodo se escuchan en los medios. Hace unos años a raíz de la difusión de unas imágenes privadas de las hijas de Zapatero, por aquel entonces Presidente del Gobierno, el articulista de Abc Antonio Burgos escribió unas palabras sobres estas niñas. La crítica no era a las políticas de su padre, aunque evidentemente el "odio" de ahí salía, la crítica era estética hacia dos menores de edad. A Antonio se ve que nunca le dijeron aquello de que "se metiera con los de su tamaño", pero tampoco le dijeron que no puedes insultar a las hijas de alguien por las políticas de su padre. Realmente ni si quiera se debería poder insultar al padre, sino a sus políticas. Eso sería lo correcto en un debate de ideas en democracia. 

Últimamente, aunque ya no gobierna Zapatero y aunque ya nada sabemos sobre las preferencias a la hora del vestir de sus hijas, se siguen escuchando esos ladridos. Porque sinceramente quién ante una idea  ataca la figura del que la expresa en vez de la idea expresada no está hablando, está ladrando y probablemente pretenda morder. Pero no estará siendo partícipe de ningún debate. 

Ahora como ya he dicho "ya no gobiernan los malos" para según que medios. Y aún así está práctica sigue vigente. 

Se ve en artículos como este de ABC este verano sobre la marcha minera, donde el titular reza "La Izquierda agita la marcha minera al llegar a Madrid" y continúa con apreciaciones como esta "...ese acto de confraternización se convirtió en un acto de revindicación política". En ningún momento se explica los motivos de la marcha, ni los motivos de los que allí se concentraban como muestra de apoyo. Eso sí destacan apreciaciones como "Jaime Pastor, conocido por su vinculación marxista" o la aclaración de la prensencia de  artistas e intelectuales "todos los que apoyaron en campaña al ex presidente del gobierno". Para finalizar con el gran tópico "Para Bardem y Pastor había asientos reservados en primera fila". Obviamente salva las distancias con el artículo del señor Burgos, ya que si bien el otro pretendía criminalizar, esta vez lo que se pretende es desviar la atención. El problema no lo tienen los mineros con el gobierno. Lo tiene la ciudadanía con este grupo de "privilegiados" que quieren dañar al gobierno, pero... que se puede esperar de ellos son "marxistas"... 

Otro representante de este gusto de estilo es el periódico La Razón, que a diario nos deja grandes portadas. 
Hoy sin ir más lejos y de nuevo con el asunto del compromiso político de personajes públicos, dedica su portada a Maribel Verdú. El pasado domingo en la gala de los premios Goya la actriz se hizo eco de la situación dramática que muchos están pasando en este país. Inmediatamente La Razón ha reaccionado, por supuesto no desmintiendo las palabras de Verdú sino atacando a su persona. Con esto ya empiezo a pensar que el tema del debate de ideas es lo que no dominan. No critican lo criticado sino al criticón y con eso creen solucionado el conflicto. Y lo peor de todo es que parece resultar efectivo. Otro ejemplo de este modo de hacer "periodismo" es el artículo que apareció hace apenas un día en este mismo periódico titulado "Los gurus socialistas de las batas blancas". Efectivamente es una crítica a las protestas en el sector sanitario, conocidas como marea blanca. De nuevo un grupo de "privilegiados" y "untados" que quieren dañar al gobierno. Un artículo que es todo él una muestra de cuando no se puede o no se quiere entrar en un debate de ideas y lo mejor es dañar la imagen del "oponente". En este tipo de desvíos de atención es especialista Marhuenda. Sólo hay que recordar otras portadas polémicas como en la que acusaba a los "malos estudiantes" de ser los responsables de las marchas por la educación pública, entre otras. 

En La Gaceta de Intereconomía no se han quedado atrás, como por ejemplo para dar una noticia de agencia sobre el gran número de manifestaciones que se han tenido lugar durante el primer año de gobierno de Mariano Rajoy inician así " La izquierda, que sufrió un fuerte varapalo en la elecciones con el hundimiento del PSOE, pretende conquistar en las calles lo que no es capaz de hacer en las urnas" 
De la que podemos sacar como conclusión que la gente se manifiesta por una estrategia oscura de la "izquierda" y no por las políticas del gobierno... Y sin embargo no deja de ser una estrategia clara, nada oscura por su evidencia. Basado en el discurso bien aprendido del "contubernio judeo-masónico-comunista-intelectual", fruto de la herencia recibida, y que por tanto no ve necesario confrontar ideas sino señalar con el dedo, acusar y relajarse. Rechazando así un pilar básico de cualquier democracia que es el debate público y de lo público y el libre pensamiento y la expresión de ideas. 



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