lunes, 26 de agosto de 2013

Gobernados por Trolles.

En la cultura de internet se conoce como troll a alguien que publica comentarios provocativos, irrelevantes o fuera de tema en una comunidad. La cuestión es que el ciberespacio se ha salido de los ordenadores y los trolles campan a sus anchas.
Algunos de los rasgos que definen al troll son:
Cambiar el tema de la discusión. No me interesa la pregunta, pues paso a otra cosa.


Ruptura de páginas. Enviar mensajes con grandes "imágenes" y caracteres para hacer ilegibles los mensajes anteriores. Unas acusaciones fuertes que dejan en segundo plano las reivindicaciones de los acusados.



Mensajes incendiarios. De esta modalidad hay muchos. Algunos ejemplos son casi todas las declaraciones de la ministra de Sanidad que tiene la misma facilidad para enfrentarse con andaluces, mujeres, homosexuales o inmigrantes.


Iniciar un tema antiguo para eclipsar los nuevos temas a debate. Aunque ahora está de moda Gibraltar, en cuestión de colonias me pareció mucho más divertido este caso de hace unos años llevado a cabo por los trolles ancestrales.


Carecer de información acerca del tema debatido y aún así participar en el debate.

Mensajes que contienen un fallo o error obvio.



Escribir intencionadamente un argumento escandaloso deliberadamente construido en torno a un fallo o error fundamental pero embrollado.


Y se puede seguir con muchos más ejemplos. Lo mejor es no alimentar al troll.

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