lunes, 11 de enero de 2016

"Revolución" de aristócratas y lacayos.




No es la f, ni la l, ni la o, ni la r las que hacen hermosa a una flor. Si te emociona una flor es porque es un vegetal bello, a veces de colores y que puede oler muy bien. Y por tanto lo identificas con una experiencia agradable. Lo que emociona es el significado, nunca el significante. 

Si nos vamos a países y a sus banderas ocurre lo mismo. Una vez me criticaban que no me emocionase la "roja y gualda" cuando sí que consigo emocionarme con la "tricolor"... ¡Ambas son banderas de España! me decían. Por supuesto, no lo niego, pero es que a mí no me emociona una E, ni una S, ni una P... Ni siquiera me emociona una frontera geográfica (son tan cambiantes), a mí me puede emocionar en un momento determinado una bandera griega, como me emocionan las banderas palestinas y saharauis, porque en ese momento esa bandera puede significar muchas cosas. Del mismo modo, instantes después puede salir Amanecer Dorado con la misma bandera griega y no emocionarme en absoluto... ¿es quizás otra bandera aunque tenga los mismos colores? Por tanto es tan poco relevante el significante en sí, que hasta en un elemento simbólico como es una bandera el objeto en sí puede cambiar de significado según el contexto. 

Una bandera nunca es un significante vacío, siempre está lleno de contenido y sólo la lectura de sus significados es la que está capacitada para emocionar. 

Hasta hace apenas dos días para mí no era lo mismo una estelada en manos de la CUP que en manos de Artur Mas. ¡Ambas son banderas de una Cataluña independiente! me pueden decir... y sin embargo representaban a dos Cataluña muy pero que muy diferentes. E incluso pese a ser esteladas ambas y pretender inicialmente lo mismo, la CUP tiende a marcar la diferencia usando la estelada vermella o estelada roja que nunca veremos en manos de nadie perteneciente a la burguesía catalana por muy independentistas que sean.
Una es la corrupta, la neoliberal y burguesa que somete a los otros, que les roba lo que es de todos, del discurso que se basa en supuestas razas o naciones para que no puedas ver quién es tu verdadero enemigo quién es el que te deja sin camas en los hospitales y favorece que sus amigos y ellos mismos se enriquezcan a tu costa. Esta estelada se parece mucho a la "roja y gualda" y ya dije que a mí esa bandera y por estos mismos motivos, entre otras cosas, no me emocionaba. 
La otra es la combativa y del pueblo, de los movimientos sociales y políticos que soñaban y trabajaban por salir del atolladero corrupto y neoliberal de la "roja y gualda". Esta estelada me emocionaba y me hacía soñar con el contagio... Un contagio para todo el alfabeto formara la palabra que quisiera formar para organizarse en grupos. 

No puedo celebrar nada porque a mí nunca me ha emocionado ni una C, ni una A, ni una T...

A mí me emociona una alternativa y un ejemplo y eso ha sido pisoteado una vez más por los que usan significantes para hacernos creer que se pueden hacer revoluciones conjuntas de aristócratas y lacayos. 

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